Eso es lo que pienso cada vez que deja este
plano de existencia algún gran artista, de esos que dejan detrás de si no solo
a un montón de dolientes, debido a su partida, sino que una tremenda obra como
legado y que bien puede ser apreciada por el valor estético en ella. Les estoy hablando de trabajos que sobreviven
a su autor y que en vida este, como luego de su muerte, despiertan en la gente
emociones positivas de todo tipo, haciéndolas soñar y hasta inspirándolas... Lo
anterior sucede con la música, la pintura, como con otras expresiones
artísticas, siendo para mí las que más me sobrecogen la literatura (narrativa y
teatro), cómics, cine y la actuación...
1.
A quién perdimos esta vez
El viernes pasado nos enteramos de la
muerte de Akira Toriyama a la edad de 68 años (¡Aún joven para nuestros
actuales estándares!), que tengo entendido su deceso ocurrió por lo menos una
semana antes, pero su familia decidió hacerlo público solo días después.
Para millones de personas en todo el mundo, saber esta noticia fue un gran golpe, justo al término de una semana que para gente como su servidor significaba el regreso a las clases, luego del receso estival de vacaciones de verano... ¡Y es que tras la sorpresa de esta pérdida, imposible no recordar cuando en la juventud de muchos, luego de clases un@ regresaba a la casa, entre semana, para verse un nuevo capítulo de Dragon Ball o Dragon Ball Z, las dos series de anime más famosas salidas de la mente de Toriyama!
La animación japonesa hoy en día es bastante popular en Occidente, que hace rato ya que los nipones consiguieron "invadirnos" con su arte (y también verdaderos productos comerciales), al punto de que muchos de sus títulos y personajes, son conocidos incluso por la gente que no los ve. Al respecto, los programas mencionados al final del párrafo anterior. son claro ejemplo de ello y bien forman parte ya de la cultura popular como lo son Frankenstein, Sherlock Holmes, Spider-Man, Darth Vader o Batman.
Pocos son los nombres de los mangakas (autores de mangas, o sea, escritores de cómics japoneses), que el ciudadano promedio o "protoñoño" conoce de memoria y al respecto Akira Toriyama es una excepción, porque su obra más celebre consiguió marcar a más de una generación. Justamente mencionar a héroes como Goku, Piccolo, Vegeta, villanos de la talla de Freezer, Cell o Magin Boo o "ataques" tales como Kame Hame Ha y Genkidama son reconocidos a un nivel que nos puede sorprender, considerando la edad de la gente o sus propios gustos personales. Lo que les cuento es, tanto efecto del poder que puede tener una buena historia, unos personajes entrañables, como de una publicidad potente, algo que claramente sucede con los títulos mencionados.
Akira Toriyama tiene otros títulos aparte de aquellos relacionados con Goku y amigos, pero son estos los que le dieron celebridad en Occidente y en el caso de muchos de nosotros, en Chilito, y al hacerse estos tan exitosos, son las series que lograron quedarse instaladas entre nuestros más preciados recuerdos.
Antes de que se estrenara Dragon Ball, Toriyama escribió Dr. Slump y por lo mismo su versión animada llegó a la pantalla chica, primero que la dedicada a su trabajo más célebre (emitida entre 1981 y 1986). Acá a Chile solo llegó después del éxito de Dragon Ball (ignoro si entonces ya estábamos en la etapa de Goku adulto, correspondiente a Dragon Ball Z). A diferencia de la historia acerca del guerrero encantador de pelo en punta, este otro título era una comedia pura, muchas veces cayendo en el absurdo (aunque con su lógica, claro), llena de personajes estrafalarios y fascinantes, empezando por la niña robot llamada Arale y por su creador, quien le da su nombre al show, un gordinflón genio científico con problemas de seguridad, aunque de buen corazón. Arale es poderosísima e ingenua, aunque no le cuesta hacer amigos. Este manganime es una celebración de la ñoñería, pues está lleno de referencias directas a series y pelis japonesas y gringas, a las que su creador amaba: como los kaijus Godzilla, Gamera, Ultraman y Ultraseven, el filme Alien, también nada menos que el propio Superman (con su variante obesa y tarada de nombre Supaman) y Star Trek (gracias a un irascible niño muy parecido al Señor Spock). No olvidemos las tantas veces en que se "rompe la cuarta pared", pues el propio mangaka sale como personaje y a las numerosas caquitas antropomorfizadas, que nos dan momentos graciosísimos. Cabe mencionar que en español latino solo unos 74 episodios se doblaron, de los más de 200 que comprenden la serie. He querido descargar esta pieza de antología, sin embargo, no la he pillado en un formato que me convenciera, solo su remake de los noventa y el que justamente no me interesa. Apenas la vi una sola vez, gracias a un amigo que la grababa en VHS de la tele y la rememoro con mucha nostalgia.
Para millones de personas en todo el mundo, saber esta noticia fue un gran golpe, justo al término de una semana que para gente como su servidor significaba el regreso a las clases, luego del receso estival de vacaciones de verano... ¡Y es que tras la sorpresa de esta pérdida, imposible no recordar cuando en la juventud de muchos, luego de clases un@ regresaba a la casa, entre semana, para verse un nuevo capítulo de Dragon Ball o Dragon Ball Z, las dos series de anime más famosas salidas de la mente de Toriyama!
La animación japonesa hoy en día es bastante popular en Occidente, que hace rato ya que los nipones consiguieron "invadirnos" con su arte (y también verdaderos productos comerciales), al punto de que muchos de sus títulos y personajes, son conocidos incluso por la gente que no los ve. Al respecto, los programas mencionados al final del párrafo anterior. son claro ejemplo de ello y bien forman parte ya de la cultura popular como lo son Frankenstein, Sherlock Holmes, Spider-Man, Darth Vader o Batman.
Pocos son los nombres de los mangakas (autores de mangas, o sea, escritores de cómics japoneses), que el ciudadano promedio o "protoñoño" conoce de memoria y al respecto Akira Toriyama es una excepción, porque su obra más celebre consiguió marcar a más de una generación. Justamente mencionar a héroes como Goku, Piccolo, Vegeta, villanos de la talla de Freezer, Cell o Magin Boo o "ataques" tales como Kame Hame Ha y Genkidama son reconocidos a un nivel que nos puede sorprender, considerando la edad de la gente o sus propios gustos personales. Lo que les cuento es, tanto efecto del poder que puede tener una buena historia, unos personajes entrañables, como de una publicidad potente, algo que claramente sucede con los títulos mencionados.
Akira Toriyama tiene otros títulos aparte de aquellos relacionados con Goku y amigos, pero son estos los que le dieron celebridad en Occidente y en el caso de muchos de nosotros, en Chilito, y al hacerse estos tan exitosos, son las series que lograron quedarse instaladas entre nuestros más preciados recuerdos.
Antes de que se estrenara Dragon Ball, Toriyama escribió Dr. Slump y por lo mismo su versión animada llegó a la pantalla chica, primero que la dedicada a su trabajo más célebre (emitida entre 1981 y 1986). Acá a Chile solo llegó después del éxito de Dragon Ball (ignoro si entonces ya estábamos en la etapa de Goku adulto, correspondiente a Dragon Ball Z). A diferencia de la historia acerca del guerrero encantador de pelo en punta, este otro título era una comedia pura, muchas veces cayendo en el absurdo (aunque con su lógica, claro), llena de personajes estrafalarios y fascinantes, empezando por la niña robot llamada Arale y por su creador, quien le da su nombre al show, un gordinflón genio científico con problemas de seguridad, aunque de buen corazón. Arale es poderosísima e ingenua, aunque no le cuesta hacer amigos. Este manganime es una celebración de la ñoñería, pues está lleno de referencias directas a series y pelis japonesas y gringas, a las que su creador amaba: como los kaijus Godzilla, Gamera, Ultraman y Ultraseven, el filme Alien, también nada menos que el propio Superman (con su variante obesa y tarada de nombre Supaman) y Star Trek (gracias a un irascible niño muy parecido al Señor Spock). No olvidemos las tantas veces en que se "rompe la cuarta pared", pues el propio mangaka sale como personaje y a las numerosas caquitas antropomorfizadas, que nos dan momentos graciosísimos. Cabe mencionar que en español latino solo unos 74 episodios se doblaron, de los más de 200 que comprenden la serie. He querido descargar esta pieza de antología, sin embargo, no la he pillado en un formato que me convenciera, solo su remake de los noventa y el que justamente no me interesa. Apenas la vi una sola vez, gracias a un amigo que la grababa en VHS de la tele y la rememoro con mucha nostalgia.
En el caso anterior también tenemos 153 episodios, en los que priman la aventura y la comedia, si bien Toriyama sabía darnos grandes escenas de acción (con una violencia increíble para los que no estaban acostumbrados a ver en un programa "infantil", por no mencionar los chistes de tipo sexual) y varios otros que hasta lágrimas nos sacaron. Por otro lado, no se puede dejar de lado el tema valórico tan fuerte detrás de su argumento, que acá los temas de la fraternidad, el trabajo en equipo y el esfuerzo serán primordiales, asi como las nuevas oportunidades para crecer como individuos (dejando de lado egoísmos en pro del bien común).
Tras la finalización de Dragon Ball, ya al comienzo de la vida adulta de su protagonista y ahora convertido en un hombre casado, en 1989 se estrena Dragon Ball Z, su secuela directa. 5 años han pasado desde la última vez que vimos a nuestros héroes y tras la unión de Goku y Milk (Chichi en japonés) ha nacido su primer vástago: Gohan (llamado así en honor del "abuelito" de Goku, el dulce hombre que lo acogió tras encontrarlo vagando en las montañas y que con su amor le concedió la personalidad noble que lo volvería tan querible). La vida va sin contratiempos, hasta que les llega la amenaza más grande a la que se hayan enfrentado hasta ahora: Una fuerza alienígena que nos revela, con gran sorpresa del público que "ha crecido" junto a Goku y al resto (puesto que en Japón y buena parte del mundo han pasado años desde que comenzó todo), los orígenes secretos del joven padre. A partir de entonces, ya nada será igual y la trama no solo mejorará, sino que nos dará un espectáculo que en verdad se volverá uno de los hitos en el manganime y sentará precedentes para posteriores títulos, que solo serían posible gracias a la influencia de Dragon Ball Z (como mi muy apreciado Naruto, que está clara su deuda con el título del que les hablo).
La genialidad del tristemente desaparecido Akira Toriyama, radica en lo que hizo a partir de lo recién mencionado: Desde devolvernos a su personaje más querido y famoso, con ese salto cronológico tan significativo, a concedernos tremendas sagas llenas de héroes, antihéroes y villanos que llegan a opacar a los que ya conocimos. No solo conocemos ahora a nombres tan valiosos como Kaio Sama, Vegeta, Número 18, Freezer, Trunks y Mr. Satan, entre muchos más, sino que la evolución por la que pasan los ya archicélebres Goku, Krillin y en especial el aún más heroico Piccolo (antiguo rival de Goku e hijo de uno de sus mayores enemigos) es una fuerte razón para amar esta pieza. Las sagas oficiales son extensas (entre 35 y 92 episodios, desde la más breve a la más extensa) y si bien hay relleno entre medio, este es entretenido, no implica tanto tiempo e incluye una saga propia bien respetable, salida a partir de una de las películas fuera del canon, pues no están basadas en el manga (la de Garlick Jr., de 10 capítulos en total).
Todo Dragon Ball Z duró 291 episodios, entre 1989 y 1996. A Chilito llegó recién entre medio de los noventa y fue un bombazo mediático.
Opening de Dragon Ball en español latino
Tras años sin tener nuevo material de la franquicia, ya avanzado el siglo XXI, en 2013 por fin se estrenó una nueva película sobre Goku y sus amigos: La Batalla de los Dioses. Esta vez la historia es del propio creador del manganime original, así como su diseño de personajes, aunque el guión lo escribió otra persona. La producción fue un éxito, ya obviados los desastrosos eventos de Dragon Ball GT. Debido a sus logros, un par de años después, en 2015, dio pie a una nueva etapa en cómics y televisión de nuestros héroes, la que recibió el nombre de Dragon Ball Super, que tendría 131 episodios y 3 películas más. Los eventos de los filmes para cine fueron adaptados, con posterioridad, en la versión televisiva. Debo decir, sin vergüenza, que hasta la fecha nada me he visto al respecto.
Opening N° 1 de Dragon Ball Z en español latino
Volviendo a William y a su encargo, esa tarde cuando me senté al televisor, nunca pensé que sería el comienzo de un verdadero romance que duraría hasta ahora y es que, para mi suerte, aquella vez era el comienzo de la saga de Cell, que partía potente, te agarraba desde los primeros minutos y ya no te soltaba más. Por otro lado, un par de amigos que poseía desde mi infancia (Cristofer y Jonathan, los hermanos Torres), la estaban grabando desde hace rato, así que me fueron prestando los cassettes desde el principio (si bien el número uno, partía con los cinco que creo tratan del final de Dragon Ball, cuando Goku debe hacer un peligroso viaje antes de casarse). Poco después le pedí a los mentados compadres, que me prestaran el material que poseían de Dragon Ball y luego de Arale, así que ya estaba encantado con la labor de Akira Toriyama.
De esa época recuerdo los discos compactos que salieron a la venta, con mucha publicidad y éxito, de las canciones dobladas en español latino (la versión "castiza" venía en el segundo, aunque interpretada por un cantante americano y es que, como ya dije más arriba, las copias piratas del doblaje español eran bien populares por acá). Yo los tuve regrabados en cassettes, gracias a otro amigo (Mauricio), quien era fanático junto a su hermana (Mónica) y su sobrino (Jesús). Junto a los anteriores, menos el Pelao (el mismo Mauricio) y otros amigos (René y sus hijos Alan y Sami) fuimos juntos a un espectáculo musical sobre Dragon Ball Z; recuerdo que era malito, con tipos usando máscaras y trajes malhechos, como de espuma, pero igual la pasamos bien (el evento igual fue un éxito por estos lares).
Me acuerdo de los distintos álbumes de láminas, que creo coleccioné al menos uno, los tazos (esos los tenía todos, que no jugaba con ellos, aunque eran tan lindos...). Y cuando, para unas vacaciones de invierno, fue toda una sensación el estreno de la primera película de Broly, la que llegaba con años de atraso a Chile, si bien se agradecía; porque hace mucho tiempo (quizás décadas) que no se exhibía de manera comercial y en la pantalla gigante anime.
Entre 2016 y 2019 me habré visto de nuevo las aventuras de Goku, todo desde Dragon Ball hasta Dragon Ball GT, incluyendo varias películas, para compartirlo con mi sobrinito Amilcar. Fue hermoso este reencuentro, aunque esta vez GT lo encontré una verdadera mierda. A ver si ahora, que Amilcar ya posee 14 años, le dedicamos tiempo a Super, pues tanto él como yo lamentamos mucho el fallecimiento demasiado temprano de su creador.
Quiero terminar estas palabras, dando un agradecimiento a Mario Castañeda, importante actor de doblaje mexicano y quien le dio a Goku para esta zona del mundo una impronta formidable, tal como el resto de los artistas que lo han acompañaron por tanto tiempo, dándonos un trabajo de calidad al concederle sus voces a todos esos grandes héroes y villanos. Siendo que ha interpretado a un montón de personajes del cine y la televisión (él es quien dobla a Bruce Willis y a Jim Carey), en la serie The Flash nos dio un momento de antología, al hacer que su personaje cantara justamente una canción de Dragon Ball Z. Amilcar y yo asistimos a una charla que dio en la Comic Con y en verdad es muy adorable.
Opening N° 2 de Dragon Ball Z en español latino